Dicen que dos “señorones” de la política local intentaron llevar a sus partidos a un acuerdo político en su propio beneficio, pero que no tuvieron eco en ambos institutos políticos por las consecuencias electorales que dicho pacto traería consigo… Al final, todo quedó en una plática de viejos conocidos y el status quo de la situación actual…
Una orden gubernamental concerniente a una autónoma estatal quedó congelada por la resistencia de la persona a cargo a firmar lo que parecía ser una transacción bastante comprometedora… Dicen que ni una advertencia de consecuencias movió la firma y hasta el momento sigue a la espera… interesante.